martes, 10 de mayo de 2011

Lilit

Lilit (o Lilith) es una figura legendaria del folclore judío, de origen mesopotámico. Se le considera la primera esposa de Adán, anterior a Eva. Abandonó el Edén por propia iniciativa y se instaló junto al Mar Rojo, uniéndose allí con Asmodeo, que sería su amante, y con otros siervos. Más tarde, se convirtió en una bruja que rapta a los niños en sus cunas por la noche y se une a los hombres como un súcubo, engendrando hijos (los lilim) con el semen que los varones derraman involuntariamente cuando están durmiendo (polución nocturna). Se la representa con el aspecto de una mujer muy hermosa, con el pelo largo y rizado, generalmente pelirroja, y a veces alada.
El origen de Lilit parece hallarse en Lilitu y Ardat Lili, dos demonios femeninos mesopotámicos, relacionados a su vez con el espíritu maligno Lilu. En los nombres de esta familia de demonios aparece la palabra lil, que significa ‘viento’, ‘aire’ o ‘espíritu’. Los judíos exiliados en Babilonia llevaron a su tierra de origen la creencia en esta criatura maligna, cuyo nombre, adaptado a la fonética del hebreo como לילית (Lilith), se puso en relación con la palabra parónima hebrea ליל, lil, ‘noche’.

La única mención en la Biblia de dicha criatura aparece en Isaías 34:14:פגשו ציים את־איים ושעיר על־רעהו יקרא אך־שם הרגיעה לילית ומצאה לה מנוח׃. En la Biblia de Jerusalén el pasaje se traduce como: «Los gatos salvajes se juntarán con hienas y un sátiro llamará al otro; también allí reposará Lilit y en él encontrará descanso». En la Vulgata לילית se tradujo por Lamia, equivalencia que se conserva en algunas traducciones modernas, como la de Nácar-Colunga: «Y las bestias monteses se encontrarán con los gatos cervales, y el peludo gritará a su compañero: la lamia también tendrá allí asiento, y hallará para sí reposo». Otras versiones, en fin, traducen el término como ‘criatura nocturna’ o ‘lechuza’. Al tratarse de un término que aparece testimoniado en una sola ocasión (hápax legómenon), no resulta posible saber con certeza si para el autor del texto לילית era un nombre propio o común, y en este último caso, si se trataba de una criatura sobrenatural o de una rapaz nocturna.

El profesor G. R. Driver opina que la palabra hebrea (li·líth) deriva de una raíz que denota “toda clase de movimiento de torsión u objeto retorcido”, tal como la palabra relacionada lái·lah (o lá·yil), que significa “noche”, da a entender un “envolver o rodear la tierra”. Esta derivación de li·líth —indica él— encaja con el “chotacabras”, pues esta es un ave que se alimenta por la noche y que se destaca por su vuelo rápido y de gran maniobrabilidad cuando persigue a las polillas, escarabajos u otros insectos voladores nocturnos. Según Driver, el naturalista Tristram dijo que el chotacabras era “muy activo hacia el crepúsculo, cuando se lanza al vuelo tras su alimento a gran velocidad y con giros intrincados”.

Blair (2009) sostiene que las ocho criaturas mencionadas en Isaías 34:13-16 son todas animales naturales.


El origen de la leyenda que presenta a Lilit como primera mujer se encuentra en una interpretación rabínica de Génesis 1, 27. Antes de explicar que Yahvéh dio a Adán una esposa llamada Eva, formada a partir de su costilla (Génesis 2:4-25), el texto dice: «Creó, pues, Dios al hombre a su imagen; a imagen de Dios lo creó; varón y mujer los creó». Si bien hoy suele interpretarse esto como un mismo hecho explicado dos veces, otra interpretación posible es que Dios creó en primer lugar una mujer a imagen suya, formada al mismo tiempo que Adán, y sólo más tarde creó de la costilla de Adán a Eva. La primera mujer a la que alude Gn. 1, 27 sería Lilit, la cual abandonó a su marido y el jardín del Edén.

La leyenda está vinculada a una tradición mágico-religiosa judía: la costumbre de poner un amuleto alrededor del cuello de los niños recién nacidos, con el nombre de tres ángeles (Snvi, Snsvi, Smnglof).

El Génesis Rabba, midrás sobre el libro del Génesis, recopilado en el siglo V en Palestina, señala que Eva no existía todavía en el sexto día de la Creación. Entonces Yahvéh había dispuesto que Adán diese nombre a todas las bestias, aves y otros seres vivientes. Cuando desfilaron ante él en parejas, macho y hembra, Adán —que ya era un hombre de veinte años— sintió celos de su amor, y aunque copuló con cada hembra por turnos, no encontró satisfacción en el acto. Por ello exclamó: «¡Todas las criaturas tienen la pareja apropiada, menos yo!», y rogó al Dios que remediara esa injusticia.

Según el Yalqut Reubeni, colección de comentarios cabalísticos acerca del Pentateuco, recopilada por R. Reuben ben Hoshke Cohen (muerto en 1673) en Praga:

Yahvéh formó entonces a Lilit, la primera mujer, del mismo modo que había formado a Adán. De la unión de Adán con esta hembra, y con otra parecida llamado Naamá, hermana de Túbal Caín, nacieron Asmodeo e innumerables demonios que todavía atormentan a la humanidad. Muchas generaciones después, Lilit y Naamá se presentaron ante el tribunal de Salomón disfrazadas como rameras de Jerusalén.

Adán y Lilit nunca hallaron armonía juntos, pues cuando él deseaba tener relaciones sexuales con ella, Lilit se sentía ofendida por la postura acostada que él le exigía. «¿Por qué he de acostarme debajo de ti? —preguntaba—: yo también fui hecha con polvo, y por lo tanto soy tu igual». Como Adán trató de obligarla a obedecer, Lilit, encolerizada, pronunció el nombre mágico de Dios, se elevó por los aires y lo abandonó.

Saliendo del Edén fue a dar a las orillas del Mar Rojo (hogar de muchos demonios). Allí se entregó a la lujuria con éstos, dando a luz a los lilim. Cuando tres ángeles de Dios fueron a buscarla (Snvi, Snsvi y Smnglof), ella se negó. El cielo la castigó haciendo que muriesen cien de sus hijos al día. Desde entonces las tradiciones judías medievales dicen que ella intenta vengarse matando a los niños menores de ocho días, incircuncisos.

El novelista italiano de origen judío Primo Levi pone en boca de uno de sus personajes esta visión de Lilit:

A ella le gusta mucho el semen del hombre, y anda siempre al acecho de ver a dónde ha podido caer (generalmente en las sábanas). Todo el semen que no acaba en el único lugar consentido, es decir, dentro de la matriz de la esposa, es suyo: todo el semen que ha desperdiciado el hombre a lo largo de su vida, ya sea en sueños, o por vicio o adulterio. Te harás una idea de lo mucho que recibe: por eso está siempre preñada y no hace más que parir.
Primo Levi, Lilít y otros relatos, Barcelona. Edicions 62, 1989, p. 24.

La figura y leyenda de Lilit y sobre todo su rebelión hacia Adán ha llevado a algunas feministas (feminismo radical, feminismo anarquista, etc.) a convertirla en símbolo de la liberación sexual y de la lucha contra el patriarcado.

Por su naturaleza nocturna, algunos han querido ver en ella a la primera vampiresa, por lo que constituye un icono de la subcultura gótica, que exalta su belleza inquietante y siniestra.

En el anime Neon Genesis Evangelion tambien se menciona a Lilith e incluso "la presentan" pero como está en la imaginación del creador del anime.

En la serie Supernatural Lilith es un demonio, el más viejo y uno de los más poderosos, ya que Lucifer la tentó cuando era humana. Es uno de los villanos principales de la serie y su muerte es el último sello para liberar a Lucifer.

En la película estadounidense de la serie Cuentos de la cripta: Bordello of blood (Burdel de sangre)la presentan como una Vampira.

En la serie de terror-comedia "Los Monsters" aparece como la hija de un vampiro y esposa de Herman Monster.

El novelista escocés George MacDonald dedicó una novela al personaje: Lilith, publicada en 1895.

El escritor C.S. Lewis en sus novelas Las Crónicas de Narnia menciona que la malvada reina Jadis del reino de Charn desciende de Lilit. Como se puede ver en el libro El león, la bruja y el ropero (1950), en el capítulo 8:

—A ella le gustaría que lo creyéramos —respondió él—, y en eso basa su pretensión de ser reina. Pero no es hija de Eva. Desciende de la primera esposa de vuestro padre Adán —aquí el señor castor realizó una inclinación de cabeza—, aquélla a la que llamaban Lilith, y que pertenecía a la raza de los genios. De ahí es de donde proviene ella por una parte, y por la otra, de los gigantes. No, no, no existe ni una gota de sangre humana en la bruja.
— Por eso es mala de los pies a la cabeza, señor castor —corroboró su esposa.
C.S. Lewis, capítulo 8 en El león, la bruja y el ropero

En la novela La estrella bocarriba (2001) del autor cubano Raúl Aguiar, el protagonista menciona a Lilith durante sus incursiones dentro de la magia negra.

En el libro de Steve Alten La Resurrección Maya (2004) Lilith es la diosa de los súcubos, lujuriosa y seductora, y desciende de los Hunahpú (descendientes de una especie de humanos futurista llamada transhumanos, como Osiris, Kukulcan y Merlín).

En la novela Caín (2009) de José Saramago, Lilith aparece como la insaciable, posesiva y sensual señora de un pueblo donde va a buscar trabajo Caín. Es la esposa insatisfecha del señor del pueblo, Noah, condición que le lleva a elegir cada cierto tiempo algún esclavo como amante para mantener numerosas relaciones sexuales.

En la novela El evangelio de los vampiros de Mario Cruz, Lilith es uno de los seiscientos sesenta y seis seres de la oscuridad, que copula con Cain y engendra con él a Dissaor

Tambien en la serie de libros de Cassandra Clare titulados Cazadores de sombras (The mortal instruments en inglés) se hace referencia a ella, dando el nombre de "hijos de Lilith" a los brujos que ahí aparecen.