sábado, 26 de febrero de 2011

lunes, 21 de febrero de 2011

X'tabay

Xtabay o X'tabay, nombre maya de una mujer mitológica. La partícula x en idioma maya, en este caso, indica género femenino pues es apócope de ix, que significa mujer. En el Códice de Dresde, aparece una mujer muerta por ahorcamiento a la que se ha llamado "Xtab", de donde algunos pensaron que la Xtabay era la diosa de los ahorcados, lo cual es incierto y no se han encontrado elementos para validarlo.

La leyenda de la Xtabay la establece como una mujer que embruja a los hombres para perderlos o matarlos.

Xkeban y Utz-Colel
Se cuenta como producto del imaginario popular, que en un pueblo de la Península de Yucatán vivían dos mujeres. Una se llamaba Xtabay y le decían Xkeban (que significa prostituta, mujer mala o dada al amor ilícito) y a la otra le llamaban Utz-Colel, mujer buena, decente y limpia.

Decían que la Xkeban estaba enferma de pasión y que era su afán prodigar su cuerpo y belleza a cuanto hombre se lo solicitaba. Utz-Colel decíase virtuosa y honesta, jamás había cometido desliz ni pecado amoroso alguno.

Xkeban era de buen corazón y bondadosamente socorría a los humildes a los desamparados, a los enfermos y a los animales que abandonaban por ser inútiles, despojándose de las joyas y finas vestiduras que le regalaban sus enamorados. No era altiva ni hablaba mal de la gente, humildemente soportaba los insultos y humillaciones.

Utz-Colel, por su parte, era fría, orgullosa, dura de corazón y le repugnaban los pobres.

Un día la gente no vio salir más a Xtabay. Pasaron los días y por todo el pueblo se comenzó a esparcir un fino y delicado perfume de flores. Al buscar de dónde venía, llegaron a la casa de Xtabay a quien encontraron muerta.

Utz-Colel dijo que era mentira, que de un cuerpo vil y corrupto no podía salir sino podredumbre y pestilencia, que aquello debía ser cosa de los espíritus malignos trantando así de continuar provocando a los hombres. Agregó que, si de aquella mala mujer provenía ese perfume, cuando ella muriera habría entonces un increíble aroma.

Unos pocos enterraron a Xtabay, más por lástima y obligación que por gusto. Al día siguiente, su tumba estaba cubierta por flores hermosas y de delicado perfume.

Cuando murió Utz-Colel todo el pueblo acudió a su entierro. Para asombro del pueblo, su tumba no exhalaba un fino perfume, sino que aún cubierta de tierra despedía un hedor intolerable.

La flor que nació de la tumba de Xtabay se llamó Xtabentún, una humilde y bella flor silvestre que crece en cercas y caminos. Su néctar embriaga dulcemente, como debió ser el embriagador amor de Xtabay.

Por su parte Utz-Colel se convirtió después de muerta en la flor de Tzacam, que es un cactus erizado de espinas del que brota una flor, hermosa pero sin perfume alguno, antes bien, huele en forma desagradable y al tocarla es fácil punzarse.

Convertida Utz-Colel en la flor del Tzacam comenzó a reflexionar, envidiando lo sucedido a Xtabay, y llegó a la errónea conclusión de que seguramente porque sus pecados habían sido de amor, le ocurrió todo lo bueno que le ocurrió después de muerta. Y entonces pensó en imitarla entregándose también al amor. Sin darse cuenta de que si las cosas habían sucedido así, fue por la bondad del corazón de Xtabay, quien se entregaba al amor por un impulso generoso y natural.

Así pues con la ayuda de malos espíritus, Utz-Colel consiguió la gracia de regresar al mundo cada vez que lo quisiera, convertida nuevamente en mujer, para enamorar a los hombres, pero con amor nefasto porque la dureza de su corazón no le permitía otro.

"Pues bien, sepan los que quieran saberlo, que ella es ahora la mala Xtabay la que surge del Tzacam, la flor del cactus punzador y rígido, y cuando ve pasar a un hombre vuelve a la vida y lo aguarda bajo las ceibas peinando su larga cabellera con un trozo de Tzacam erizado de púas. Sigue a los hombres hasta que consigue atraerlos, los seduce luego y al fin los asesina en el frenesí de un amor infernal."

Ah tabai
Los Ah tabai son, de acuerdo a la leyenda, espíritus malignos que habitan en las ceibas, árbol sagrado de la región maya, y son considerados la contraparte masculina de la Xtabay.

domingo, 20 de febrero de 2011

sábado, 19 de febrero de 2011

Zombie, Guía de supervivencia

The zombie survival guide (2003), publicada en español como Zombi - Guía de supervivencia (2008), es un manual de supervivencia sobre la posibilidad de una invasión de zombis. Su autor, Max Brooks, establece planes detallados para el ciudadano común para poder sobrevivir a los zombis.

El libro está dividido en siete capítulos, más un índice.

1. Mitos y realidades
En este capítulo se establecen las normas específicas que se hace referencia la invasión zombi. La más importante de estas describe como Solanum, el virus ficticio que crea zombis, junto con detalles de cómo se propaga, el tratamiento de los infectados, y por qué la infección zombie no se extiende a los animales no humanos.

2. Armas y Técnicas de Combate
En este capítulo, se examinan las armas a disposición para matar a los zombis e indica cómo elegir para sobrevivir ante las distintas amenazas que pueden enfrentarse durante los enfrentamientos con el muerto viviente.

3. Defendiendo
El tercer capítulo, analiza las opciones para una persona a permanecer en un lugar permanentemente. Se centra en permanecer en movimiento para no ser alcanzado por los zombis.

4. Huyendo
El cuarto capítulo, explora qué hacer frente a los ataques de los zombis mientras viajan en busca de Refugio.

5. Atacando
En el quinto capítulo se refiere las técnicas destinadas a la destrucción de zombis en una zona.

6. Escenarios
El sexto capítulo analiza la supervivencia en un escenario de juicio final, con un brote de Clase 4 se libraría batalla por la supervivencia de la humanidad. El asesoramiento en esta sección es una adaptación de las secciones anteriores; recomendaciones para sobrevivir a un estado de sitio durante un brote de Clase 4.

7. Anteriores Brotes
El capítulo viene con una lista documentada sobre encuentros con zombis a lo largo de la historia. La entrada más antigua es 60000 AC, en Katanga, el África central, si bien el autor expresa sus dudas sobre su validez. En vez de eso, se presentan las pruebas de Hieracónpolis, Egipto en 3000 AC verificado como el primer ejemplo de un brote de zombis. La entrada más reciente es de 2002, en Saint Thomas, Islas Vírgenes de E.E.U.U.

El índice luego hace referencia a Guerra mundial Z (novela) otra novela del mismo autor sobre un brote de zombis en la actualidad.

La guía atribuye los brotes de zombis descritos a un virus conocido como Solanum. Se dice que no se propaga ni el agua ni el aire, el único medio por el que uno se infecta es a través de contacto directo de fluidos o mejor dicho por la mordeduras, en cuyo caso el virus es mortal. El Solanum convierte el cerebro de las víctimas en un órgano especializado que no necesita oxígeno, el agua, o alimentos para sobrevivir, y que hace que los tejidos del organismo se vuelvan tóxicos, aun así no se detiene la descomposición, pero los microorganismos que son capaces de descomponer la carne infectada son muy pocos así que por ello, la descomposición de un Zombi tarda de dos a cinco años. En realidad, el término Solanum es la definicion del genero taxonómico de plantas como la patata, el tomate o la berenjena.

jueves, 17 de febrero de 2011

Cortometraje de Terror: Mama

Tlahuelpuchi

Durante los 43 años de carrera profesional del doctor Hugo Nutini, investigador de la Universidad de Pittsburgh, realizados en México, más de 12 años han sido de trabajo de campo en el estado de Tlaxcala. La historia de la tlahuelpuchi causa escalofríos entre los habitantes mayores del área rural de Tlaxcala al recordarla; y es que apenas hace algunas décadas varios niños perecían después de haber sido chupados por este singular personaje que fue evocado por el doctor Hugo Nutini en su ponencia La chupada de bruja en Tlaxcala, en el marco del diplomado La Brujería Salud y Enfermedad, Nuevas perspectivas teóricas.

La necesidad de dar explicación a la muerte ha originado miles de estudios, teorías y también de leyendas, una de estas es la que recorre los poblados de Tlaxcala.

Se dice que las tlahuelpuchis son aquellas mujeres que chupan la sangre a los bebés. Estos individuos tienen el poder sobrenatural de transformarse en animales, principalmente en aves y, dentro de esta especie, el guajolote es el más común. "Entre las características que las personas de los pueblos han dado a las tlahuelpuchis es que éstas se convierten a la primera menstruación de la joven y de ahí en adelante tendrá la necesidad de chupar sangre de dos a cuatro veces al mes; la única manera de hacer que no haga daño es matándola", explicó el investigador de la Universidad de Pittsburgh, que lleva más de cuatro décadas realizando trabajo de campo en México.

Las tlahuelpuchis no pueden transformarse en animales en presencia de la gente normal, para ello la hipnotizan o se retiran a donde no puedan ser vistas. El rito que realizan para adquirir este don de transformación, según se cuenta, se hace el último sábado de cada mes, después de la media noche. "En la cocina de sus casas, las tlahuelpuchis hacen fuego con madera de capulín, copal, raíces de agave y hojas secas de zoapatl; cuando el fuego está ardiendo, la mujer camina sobre el tlecuil tres veces de norte a sur y de este a oeste; después se sienta sobre el fuego mirando al norte y sus píernas y pies se separan del resto del cuerpo. Toda ella es transformada en perro y coloca las piernas y sus pies sobre el tlecuil en forma de cruz. Este rito mensual se puede considerar como la recarga de baterías sobrenaturales que le permite por un mes transformarse de mujer en animal", detalló Hugo Nutini.

Otro de los rasgos que distinguen a estas personas, según relatos que el investigador recogió mediante entrevistas a los pobladores, es la luminosidad por la que se hacen acompañar, como si una bola de fuego rodara con ellas, además de un tenue olor a sangre.

La creencia es que el deseo de las tlahuelpuchís por chupar sangre aumenta con el tiempo frío y lluvioso. Los bebés que prefieren esta mujeres tienen entre tres y diez meses de edad, pues se cree que es la sangre de mejor gusto y la más fortificante. La mayoría de las chupadas ocurren entre la media noche y las cuatro de la mañana. En ese horario se dice que las tlahuelpuchis merodean en busca de víctimas; al acercarse a las casas se convierten en guajolote o en insecto y el siguiente paso es hipnotizar a los habitantes de la casa con su vaho. Una vez que todos duermen, la tlahuelpuchi vuelve adquirir su forma humana, chupa al niño y sale de la casa dejando la puerta entreabierta. "Las marcas que se observan en los pequeños son moretones y ronchas en el pecho y a veces en la espalda y cerca del cuello, además de un tenue o en ocasiones intenso color azulino o purpuriento en la cara o el cuello", relató Nutini.

Pero como todo fenómeno, la chupada de la bruja también tiene su antídoto entre los habitantes de la Tlaxcala rural. Los métodos que se utilizan para proteger a los bebés son un pedazo de metal brillante, un cuchillo o una caja de agujas o alfileres debajo de la cuna o cerca del petate donde duerme la probable víctima; unas tijeras abiertas, una cruz hecha con monedas en la cabecera de la cuna, un espejo o una cubeta de agua cerca de la puerta o donde duerme el niño; pero lo más efectivo, según creencias, son dientes de ajo envueltos en una tortilla y colocados en el pecho del bebé o varios pedazos de cebolla regados. Debido a que el fenómeno hasta mediados de los años 60's era muy común, en ese entonces la mortandad de los niños era de un 50 por ciento antes de llegar a la edad de cinco años y la gran mayoría en el primer año de vida, el doctor Hugo Nutiní investigó y dio una explicación científica a todo esto. "Existen cinco contextos en los cuales se pueden establecer las causas de la muerte de niños atribuidas a la tlahuelpuchi: asfixia, que ocurre cuando sus mamás los amamantan por la noche y se duermen con ellos en el pecho; sofocación, cuando en las noches muy frías se les cubre en exceso; ahogamiento, cuando después de amamantados no se les hace eructar y son acostados boca arriba; infanticidio, por venganzas; y la última es lo que se conoce como el síndrome de muerte súbita".

En los inicios del siglo XXI poco se escucha de La chupada de bruja en Tlaxcala, el mito poco a poco va perdiendo sustento y el doctor Nutini informó que en los años 90's ya casi no se registraron casos.

martes, 15 de febrero de 2011

El Coco

El Coco o Cuco (llamado Coco en España y México, Cuco en Latinoamérica, Cuca en Brasil) es un personaje popular caracterizado como asustador de niños, con cuya presencia se amenaza a los niños que no quieren dormir.

El Coco junto a otros personajes como el hombre del saco, el sacamantecas, el robachicos, el ropavejero o el Tio Saín, son los seres principales que se suelen utilizar para asustar a los niños. En países angloparlantes, su equivalente es el "Bogeyman".

Para el nombre de este personaje y su caracterización se han sugerido muchas posibilidades, desde el latín coquus, «cocinero», hasta el náhuatl kojko, «daño». Los etimólogos Corominas y Pascual afirman que coco fue primero nombre infantil de agallas y otros frutos esféricos europeos, por comparación con los cuales se aplicó luego al fantasma, y a su vez, partiendo de éste, se bautizó al fruto del cocotero. Según indica Corominas, los hombres de Vasco de Gama llamaron así, en 1498, al fruto por comparación de la cáscara y sus tres agujeros con una cabeza con ojos y boca, como la de un coco o fantasma infantil. Todavía hoy se llama coloquialmente coco a la cabeza, en expresiones como «comer el coco», «tener mucho coco» o «patinarle a uno el coco».

Parece tratarse de un vocablo expresivo que ha surgido en muchas lenguas distintas de forma paralela, generalmente con el sentido de «objeto esférico». Así, en griego antiguo existe ya la voz kókkos, «grano, pepita». Son voces de formación paralela, entre otras, el italiano còcco o cucco («huevo»), el francés coque («cáscara de huevo») y castellano coca («cabeza»). En euskera existe también la palabra koko, que significa insecto, especialmente aquel negro, brillante y rechoncho.

La forma cuco, mayoritaria en hispanoamérica, puede deberse a un cruce entre el coco europeo y alguna deidad de origen africano (el diablo bantú Kuku) o maya (el dios Kukulcan). También se postula que es una deformación de la palabra cucurucho que es el nombre del capirote que usaban los condenados por la inquisición en sus manifestaciones callejeras y obviamente asustaban a los niños físicamente por la forma grotesca que tiene y sicólogicamente por ser personas "malas" frente a la Iglesia Católica.

Existen otras variantes: en México encontramos la forma Kukui (Zacatecas, Michoacán; también Nuevo México), escrita a veces Kookooee para acomodarse a la pronunciación inglesa. En la zona estadounidense, los chicanos emplean con frecuencia el nombre Cocoman (en paralelo al Sacoman u hombre del saco). En Cuba, el Coco alarga su nombre en Cocorícamo. En Perú, la forma Cucufo es uno de los nombres del Diablo en persona. En España la forma "Coco" es la más usada, pero también son conocidos como asustadores el Cocón y la Cucala, así como el Coco Cirioco.

Hasta ahora, el testimonio más antiguo que se conoce de la palabra coco se encuentra en el Cancionero de Antón de Montoro, de 1445. Leemos allí estos versos:
Tanto me dieron de poco / que de puro miedo temo, / como los niños de cuna / que les dicen ¡cata el coco!....
Antón de Montoro, Cancionero

sábado, 12 de febrero de 2011

Los Chaneques

Los chaneques, del náhuatl ("los que habitan en lugares peligrosos"), son dioses menores de la mitología mexicana. Estos seres habitan los bosques y selvas y cuidan de manantiales, árboles y animales silvestres. Se cree que son capaces de asustar a la gente y hacerles perder su tonalli, el espíritu asociado con el día de su nacimiento (v. tonalpohualli), lo que si no es corregido mediante un ritual destinado a recuperar el tonalli perdido puede ocasionar la muerte del individuo.

En la actualidad, en el Sureste de México, los chaneques son espíritus traviesos con aspecto de niños que esconden cosas y se aparecen a la gente distrayéndolos para hacerles perder el camino o desaparecerlos. Una creencia popular era la de usar la ropa al revés al andar solo por el monte para evitar que los chaneques lo atraparan y se lo llevaran.

Los chaneques son descritos de diversas maneras. Se dice que son personas de aproximadamente un metro o metro veinte; tienen los pies al revés, el cuerpo deforme, poseen cola y carecen de la oreja izquierda. Otros aseguran que son enanos con rostro de niños. Algunos más aseguran que son personas de corta estatura, enorme cabeza y piel color chocolate. Pero la descripción más extendida es la que refiere que parecen niños pequeños y que, al igual que estos, adoran las travesuras.

Los chaneques destinan parte importante de su tiempo a la realización de lo que a ojos humanos podrían ser travesuras, tales como aventar piedras, romper cosas, zarandear las hamacas, jalarle la cola a los perros, asustar a los animales de corral y llevarse objetos.

Estas criaturas habitan, por lo regular, en cuevas, bosques, ríos, ruinas, montes, arroyos, zanjas, cerros, manantiales, lagos, lagunas, pozas, canteras y ojos de agua.

Tienen la capacidad de ocasionar enfermedades a los seres humanos, basta que pasen suavemente su mano por el rostro de alguna persona. También refiere la creencia popular que tales padecimientos son ocasionados por el "aire" que dejan a su paso.

A veces, "encantan" a los niños y se los llevan a sus hogares; hay quien dice, que lo hacen para que convertirlos en sus sirvientes. Las madres, para proteger a sus pequeños, les colocan amuletos tales como ojo de venado (semilla de color café) o cruces de palma, o les ponen la ropa al revés.

En los Tuxtlas (Veracruz) estos seres se clasifican en Chaneques de río y Chaneques de Monte, dependiendo del lugar donde tienen su residencia.

Por su parte, los nahuas y popolucas del Istmo Veracruzano los clasifican en blancos o benévolos, y negros o enemigos malignos. Los primeros viven en lugares cercanos a las pueblos y no hacen daño a los humanos, salvo que reciban algún daño por parte de ellos. En cambio, los negros ubican sus vivindos en ríos de gran tamaño o en las selvas; tienen por costumbre raptar a los viajeros solitarios o provocarles caídas para robarse su alma, estas almas son colocadas en unas ollas para ser devoradas posteriormente.

En las zonas de Tabasco y Chiapas en México, se supone que habitan los chaneques más agresivos. En específico en la ciudad de Villahermosa, Tabasco cerca de las inmediaciones de la laguna de "las Carolinas" (donde hoy se encuentran las colonias Campestre, Club del Lago y Real de Minas) habitan una especie de chaneques conocidos por su carácter violento. Son muchos los casos de niños que han sido maltratados por estos extraños seres luego de haberse ganado la confianza de los infantes.

Las historias cuentan que prefieren generalmente a los niños varones, sobre todo a aquellos que son los mayores entre sus hermanos. Aparecen generalmente de noche, sobre todo cuando los niños están solos y luego de hacerse sus amigos los atacan violentamente. Son muchos los casos de niños desaparecidos que se presume han sido raptados por chaneques.

La defensa más eficaz contra los chaneques son dos: una la de los carteles noruegos que impiden su entrada a un hogar y la otra la de portar un collar hecho a base de nueces y piedras de río, que logran ahuyentarlos.

jueves, 10 de febrero de 2011

"SUDOR FRIO" - TEASER TRAILER

La Cihuateteo

Las Cihuateteo o Cihuapipiltin eran espíritus, hermanas de los Macuiltonaleque (dioses de los excesos), que eran almas de mujeres nobles que mueren al dar a luz(mociuaquetzque). Al contrario que a las Civatateo, se las honraba como a los hombres muertos en batalla.

Parir era considerado un tipo de batalla y a sus víctimas se las honraba como a guerreros caídos. Su esfuerzo físico animaba a los soldados en la batalla y por eso acompañaban a los guerreros al cielo y también guiaban la puesta de sol por los cielos.

Se decía que se las podía encontrar en los cruces de caminos llorando por sus hijos. Su origen proviene del Totonacapan. Cuando llegaron los españoles, tomaron la creencia y la modificaron, dando lugar a la leyenda de la Llorona.

Al comienzo de los signos de los días de la quinta trecena bajaban a la tierra y causaban travesuras especialmente peligrosas. Así, volvían al mundo de los vivos para cazar al acecho a viajeros por las noches en los cruces de caminos, así como para encantar templos.

Las Cihuateteo eran pálidos esqueletos de blancas caras con garras de águila en vez de manos y vestidos de encaje decorados con tibias cruzadas.
Y por esto les hacían fiesta y en esta fiesta ofrecían en su templo, o en las encrucijadas de caminos, pan hecho de diversas figuras. Unos, como mariposas, otros de figura del rayo que cae del cielo, que llaman xonecuilli, y también unos tamalejos que se llaman xucuichtlamatzoalli, y maíz tostado que llaman ízquitl. La imagen de estas diosas es la cara blanquecina, como si estuviese teñida con un color muy blanco, lo mismo los brazos y piernas, tenían unas orejeras de oro, los cabellos tocados como señoras con cuernos, el huipil pintado de unas olas de negro, las naguas tenían labrados diversos colores.
Fray Bernardino de Sahagún, Capítulo X Que trata de unas diosas que llamaban Cihuapipiltin
El texto explica cómo para prevenirse de sus ataques, los vivos colocaban alimentos en altares construidos en los cruces de caminos. Su ofrenda favorita era un tipo de bizcocho con formas de fantasía.

official trailer ALUCARDOS Retrato de un Vampiro