sábado, 26 de marzo de 2011

Exorcismo

En algunas religiones o culturas, se denomina exorcismo a la acción sobrenatural de expulsión, realizada contra una fuerza maligna, utilizando un método religioso para expulsar, sacar o apartar a dicho ente de la persona u objeto que se encuentra poseído(a) por la entidad maligna (Ver, como ejemplo, posesión demoníaca). Estos entes dependiendo de las creencias de los implicados, pueden ser demonios, espíritus, brujos, etc. El objeto de la posesión puede ser una persona o animal, objetos e incluso lugares como pueblos o casas (poltergeist). La posesión puede ser total (el ente toma control de las funciones del poseído, puede moverse, hablar, etc, a través de la víctima) o parcial (en la que el ente utiliza al poseído para alguna actividad concreta, como los íncubos o súcubos, que mantienen relaciones sexuales con la víctima mientras ésta duerme).

El exorcismo se ha llevado al cine, en películas como El Exorcista (William Friedkin, 1973), basada en la novela homónima de William Peter Blatty o Constantine (Francis Lawrence, 2008), basada en el cómic Hellblazer, de Jamie Delano y Garth Ennis. Otra película es El Exorcismo de Emily Rose basada en un caso real del exorcismo de una joven supuestamente poseída, en el cual ésta acaba falleciendo, siendo sus padres y curas participantes juzgados y condenados por negligencia médica; The Rite, estrenada a pricipios de 2011, es otra pelicula que gira en torno a esta actividad, está basada en las investigaciones del periodista Matt Baglio.

El ritual de exorcismo incluye la repetición continua de oraciones y órdenes de expulsión, y el uso de objetos que pueden repeler al ente, en este caso un demonio, como crucifijos, agua bendita, reliquias, entre otros. El exorcismo en la teología católica halla su base en los textos evangélicos donde se narran las liberaciones y expulsiones de demonios que realizó Jesús como con los endemoniados de Gadara (Mt. 8,28 ss) a un joven (Mc. 9,21) mencionando por ejemplo que para vencer a algunos demonios se requería la práctica de ayuno y oración (Mt. 17,19) un poder que incluso tenían sus discípulos (Lc. 10,17). Siete casos específicos de posesión se relatan en los evangelios. En los primeros siglos no existían fórmulas precisas para exorcizar, aunque sí el carisma de expulsar demonios, el cual era usado por los apologistas cristianos para mostrar la divinidad del cristianismo, por ejemplo Tertuliano (Apología. 23) o Minucio Félix (Octavio 27).

El primer libro con fórmulas de exorcismo es el Statua Ecclesiæ Latinæ a fines del año 500, surge así una literatura exorcista con libros como el Malleus Maleficarum de 1494 (J. Sprengurus) el Flagellum Dæmonum de 1606 (V. Polidorus), Manuale Exorcistarum (C. Brognolus) 1720.

Según el artículo del Catecismo de la Iglesia Cátolica #1673:

Cuando la Iglesia pide públicamente y con autoridad, en nombre de Jesucristo, que una persona o un objeto sea protegido contra las asechanzas del maligno y sustraída a su dominio, se habla de exorcismo. Jesús lo practicó (cf. Mc 1:25s), de El tiene la Iglesia el poder y el oficio de exorcizar. (cf. Mc 3:15; 6:7,13; 16:17). En forma simple, el exorcismo tiene lugar en la celebración del Bautismo. El exorcismo solemne sólo puede ser practicado por un obispo o un sacerdote con el permiso del obispo. En estos casos es preciso proceder con prudencia, observando estrictamente las reglas establecidas por la Iglesia. El exorcismo intenta expulsar a los demonios o liberar del dominio demoníaco gracias a la autoridad espiritual que Jesús ha confiado a su Iglesia. (...) Muy distinto es el caso de las enfermedades, sobre todo psíquicas, cuyo cuidado pertenece a la ciencia médica. Por tanto, es importante asegurarse, antes de celebrar el exorcismo, de que se trata de una presencia del Maligno y no de una enfermedad. (cf. CIC can. 1172).
Principales criterios para el correcto discernimiento de posesión diabólica según el nuevo ritual

Habiendo sido descartada una anomalía psíquica, ya sea patológica o paranormal, suelen considerarse signos de posesión diabólica: La aversión vehemente hacia Dios, la Virgen, los Santos, la cruz y las imágenes sagradas.
Además, dependiendo del fin bueno o dañino para el cual las emplea, se podrá discernir si las siguientes producciones de la persona investigada, son dones de Dios, o signos de posesión:

El hablar con muchas palabras de lenguas desconocidas o entenderlas.
Hacer presentes cosas distantes o escondidas.
Demostrar más fuerzas de lo normal.
Para la práctica del exorcismo es necesaria la autorización del obispo, que puede ser concedida vez por vez para cada caso específico o de manera general y permanente al sacerdote que ejerce el ministerio de exorcista en la diócesis.

Los Sacerdotes de la Iglesia Católica para la realización del exorcismo lo hacen bajo lo estipulado en el Rituale Romanum. Actualmente se debería utilizar la versión aprobada por el Sumo Pontífice en enero de 1999.

lunes, 14 de marzo de 2011

Vudú

El vudú es una religión que se originó a partir de las creencias que poseían los pueblos que fueron trasladados como esclavos desde el África Occidental, del contacto de estas creencias con la religión católica propia de los esclavistas y es posible que esté influenciado parcialmente por supervivencias del politeísmo céltico. Se trata de una variante teísta de un sistema animista, provisto de un fuerte componente mágico. Por su vinculación directa con la cosmología y los sistemas de creencias neolíticos, su estudio resulta de gran interés en el campo de la paleoantropología. El vudú se cuenta entre las religiones más antiguas del mundo, entre el politeísmo y el monoteísmo.

El tráfico de esclavos hacia América produjo un fuerte fenómeno de sincretismo entre esta compleja y bien esquematizada religión y las creencias cristianas de los esclavistas, así como con las religiones nativas de los lugares adonde se transportó a los esclavos. De aquí surgiría el vudú haitiano y un gran número de derivativos: la Regla de Ocha o Santería en Cuba, la Santería en República Dominicana, el Candomblé, la Umbanda y Kimbanda en Brasil, así como las manifestaciones africanistas en Puerto Rico y los demás países del área del Caribe, etcétera. Algunos de estos derivativos han llegado a Europa en décadas recientes, sobre todo de la mano de emigrantes retornados.

El vudú se convirtió en religión oficial de Haití por parte del gobierno de los Duvalier para reforzar poder de su gobierno, dada la popularidad de esta creencia e incluso su importancia en la historia del país, en tanto que se suele considerar como uno de los antecedentes de la Revolución Haitiana una ceremonia del sacerdote vudú Boukman llevada a cabo el 14 de agosto de 1791 en Bois-Cayman.

En sus principios careció de un clero y de ritos regulares establecidos (liturgia), debido a que fue una religión perseguida por sus propietarios esclavistas, que los obligaban a convertirse al cristianismo.

Del vudú americano se derivan otras religiones como la santería, muy extendida en Cuba de naturaleza aún más mistificada por las corrientes cristianas, o la Umbanda Brasil. La santería —una de las máximas expresiones sincréticas del mundo— usa símbolos y santos cristianos, que dan imagen y representan loas y ritos anteriores, similares a los del vudú. Lo mismo sucede en la República Dominicana donde la Santería toma las figuras del cristianismo para representar sus loas.

El vudú ha sido un fuerte referente para la cultura popular, debido a la atribuida capacidad de los bokor para resucitar a los muertos y hacerlos trabajar en su provecho (zombis), así como la de provocar la muerte a voluntad. De igual interés popular han resultado otros elementos folclóricos como los muñecos de vudú, que son una especie de pequeños fetiches con forma humanoide fabricados con diversos materiales, los cuales se cree que están vinculados al espíritu de una determinada persona. Es frecuente encontrar referencias en la literatura o en el cine en el que estos fetiches se usan en rituales de magia negra, en los cuales se clavan agujas al muñeco en algún lugar del cuerpo o se le aplica algún tipo de martirio, y así la persona vinculada sufrirá algún mal o una maldición. Existe una amplia literatura y filmografía al respecto, que frecuentemente tiende a deformar y demonizar este conjunto de prácticas religiosas.

miércoles, 9 de marzo de 2011

Gorgona

En la mitología griega, una gorgona (en griego antiguo γοργώ gorgō o γοργών gorgōn, ‘terrible’) era un despiadado monstruo femenino a la vez que una deidad protectora procedente de los conceptos religiosos más antiguos. Su poder era tan grande que cualquiera que intentase mirarla quedaba petrificado, por lo que su imagen se ubicaba en todo tipo de lugares, desde templos a cráteras de vino, para propiciar su protección. La gorgona llevaba un cinturón de serpientes, entrelazadas como una hebilla y confrontadas entre sí.

En mitos posteriores se decía que había tres gorgonas, Medusa, Esteno y Euríale, y que la única mortal de ellas, Medusa, tenía serpientes venenosas en lugar de cabellos como castigo por parte de la diosa Atenea. Esta imagen se hizo particularmente famosa, si bien la gorgona aparece en los registros escritos más antiguos de las creencias religiosas de la Antigua Grecia, como en las obras de Homero.

La gorgona ocupaba el lugar principal del pedimento de un templo en Corfú. Se trata del pedimento de piedra más antiguo de Grecia, estando fechado c. 600 a. C.

Las gorgonas son a veces representadas con alas de oro, garras de bronce y colmillos de jabalí, pero sus atributos más comunes son los dientes y la piel de serpientes. Se decía que los oráculos más antiguos eran protegidos por las serpientes y las imágenes de gorgonas se asociaban a menudo con estos templos. Las leonas y las esfinges también se asociaban frecuentemente a las gorgonas. Su poderosa imagen fue adoptada por las imágenes y mitos clásicos de Zeus y Atenea, quizá como continuación de una iconografía más antigua.

Homero, autor de las fuentes más antiguas, habla solo de una gorgona, cuya cabeza está representada en la Ilíada como sujeta a la égida de Zeus:

Suspendió de sus hombros la espantosa égida floqueada que el terror corona: ... allí la cabeza de la Medusa, monstruo cruel y horripilante, portento de Zeus que lleva la égida.
Su equivalente en la Tierra es un artilugio del escudo de Agamenón:

...y lo coronaba la Medusa, de ojos horrendos y torva vista, con el Terror y el Fobo a los lados.

Aunque la datación de los poemas homéricos siempre ha sido controvertida, se acepta que «la Ilíada y la Odisea datan de finales del siglo IX o principios del VIII c. C., siendo la primera anterior a la segunda, quizá por varias décadas.» Se presume que existieron como una tradición oral que terminó siendo recogida en registros históricos. Incluso en esa época tan temprana la gorgona aparece como un vestigio de los poderes antiguos que precedieron a la transición histórica a las creencias de los griegos clásicos, mostrada en el cofre de Atenea y Zeus.

En la Odisea, la gorgona es un monstruo del inframundo:

...el pálido terror se apoderó de mí, temiendo que la ilustre Perséfone no me enviase del Hades la cabeza de Gorgona, horrendo monstruo.

Sobre el 700 a. C., Hesíodo (Teogonía, El escudo de Heracles) incrementa el número de gorgonas a tres —Esteno (‘poderosa’), Euríale (‘que surge lejos’) y Medusa (‘reina’)— y las hace hijas de las deidades marinas Forcis y Ceto. Su hogar quedaba en el lado más lejano del océano occidental, según autores posteriores, Libia.

La tradición ática, recogida por Eurípides (Ion), consideraba a la gorgona un monstruo, producida por Gea para ayudar a sus hijos, los Titanes, contra los dioses olímpicos. Murió a manos de Atenea, quien llevó su piel desde entonces (de las tres gorgonas, sólo Medusa era mortal).

Esquilo (c. 525–456 a. C.) dice que las tres gorgonas sólo tenían un diente y un ojo entre ellas, de forma que tenían que compartirlos, pero sin embargo no se las representa así, quizá para evitar confundirlas con las Greas.

Apolodoro (c. 180–120 a. C.) proporciona un buen resumen del mito de la gorgona. Historias muy posteriores afirman que cada una de las tres hermanas tenían serpientes en lugar de cabellos, y que tenían el poder de transformar a quien las mirase en piedra.

Según el poeta romano Ovidio (Las metamorfosis), sólo Medusa tenía serpientes en el pelo, debido a la maldición de Atenea. Excitado por el color dorado de los cabellos de Medusa, Poseidón la violó en el templo de la diosa, quien enfurecida por la profanación transformó su cabellera en serpientes.

Pausanias, el geógrafo del siglo II, da los detalles de dónde y cómo estaban representadas las gorgonas en la arquitectura y el arte griegos.

En mitos posteriores, Medusa era la única mortal de las tres gorgonas, y Perseo pudo matarla cortándole la cabeza. De la sangre que brotó del cuello surgieron Crisaor y Pegaso, sus dos hijos con Poseidón. Otras fuentes afirman que cada gota de sangre se transformó en una serpiente. Perseo le dio la cabeza, que tenía el poder de petrificar a quienes la veían, a Atenea, quien la puso en su escudo. Según otra versión, Perseo la enterró en el mercado de Argos.

Según una tradición, Perseo o Atena usaron la cabeza de Medusa para petrificar a Atlas, transformándole en los montes Atlas, que sujetaban el cielo y la tierra. También la usó contra el rey Polidectes, quien le había enviado originalmente a matar a Medusa con la esperanza de librarse de él y casarse con su madre, Dánae. Perseo volvió y usó la cabeza de Medusa para petrificar al rey y a toda su corte.

En la Antigua Grecia se usaba con frecuencia un Gorgoneion (cabeza de piedra, grabado o dibujo de un rostro de gorgona, a menudo con serpientes sobresaliendo salvajemente y con la lengua fuera de sus colmillos) como símbolo apotropaico que se ubicaba en puertas, muros, suelos, monedas, escudos, corazas y lápidas con la esperanza de alejar el mal. A este respecto las Gorgoneia son parecidas a las a veces grotescas caras de los escudos de soldados chinos, usados también en general como amuleto o protección contra el mal de ojo. En algunas de las representaciones más toscas, la sangre corriendo bajo la cabeza puede considerarse por error como una barba.

En la mitología griega, la sangre tomada del lado derecho de una gorgona podía resucitar a los muertos, mientras la sangre del lado izquierdo era un veneno instantáneamente mortal. Atenea le dio un vial de esta sangre curativa a Asclepio, lo que terminó dando lugar a su fallecimiento. Se decía que Heracles había obtenido un mechón del cabello de Medusa (que poseía los mismos poderes que la cabeza) de Atenea y lo había dado a Estérope, la hija de Cefeo, como protección para la ciudad de Tegea contra los ataques. De acuerdo con la idea posterior de Medusa como una hermosa doncella, cuyos cabellos habían sido transformados en serpientes por Atenea, la cabeza se representaba en las obras de arte con un rostro maravillosamente hermoso, envuelto en el tranquilo reposo de la muerte.

El concepto de la gorgona es como mínimo tan antiguo en la mitología como Perseo y Zeus, si bien algunos investigadores creen que la diosa tiene orígenes primitivos en la antigua religión griega.

La arqueóloga Marija Gimbutas creyó ver el prototipo del Gorgoneion en los motivos artículos neolíticos, especialmente en las vasijas antropomórficas y máscaras de terracota con incrustaciones de oro. Los ojos grandes y centelleantes son un símbolo denominado «ojos divinos» por Gimbutas, que aparecen también en la lechuza de Atenea. Pueden ser representados por espirales, ruedas, círculos concéntricos, esvásticas, etcétera.

Los colmillos de las gorgonas son como los de las serpientes y probablemente procedan de los guardianes estrechamente relacionados con los conceptos religiosos griegos primitivos en los centros oraculares.

En paleontología destaca el uso de la palabra "górgona" para la descripción de la familia de reptiles mamiferoides conocida como "gorgonópsidos".

jueves, 3 de marzo de 2011

Pazuzu

Pazuzu es el rey de los demonios del viento, hijo del dios Hanbi, en la mitología sumeria, asiria y acadia. Para los sumerios, también representaba el viento del suroeste, que traía las tormentas, y también el portador de la peste y las plagas, del delirio y de la fiebre.

Se le suele representar con cuerpo de hombre, cabeza de león o perro, cuernos de cabra en la frente, garras de ave en vez de pies, dos pares de alas de águila, cola de escorpión y pene con forma de serpiente. También se suele mostrar con la palma de la mano derecha hacia arriba, y la izquierda hacia abajo. Esta posición de las manos simboliza la vida y la muerte, o la creación y la destrucción.

En la antigua civilización sumeria Pazuzu era uno de los Siete Demonios Malvados, y era invocado para que hiciera volver a los infiernos a otros demonios malvados. A pesar de ser Pazuzu en principio un ser maligno, no era del todo hostil al hombre, pues su imagen se usaba en amuletos para rechazar a su consorte y enemiga Lamashtu, un demonio femenino que se alimentaba de recién nacidos y sus madres. Este amuleto se colocaba tanto en la madre, llevándolo al cuello, como en el niño, mientras que otros más grandes se colocaban sobre ellos en una pared.

En El Exorcista, se lleva a cabo la misma historia que en la novela original. A diferencia de esta, Pazuzu es considerado como el mismo Satanás, por lo cual en la primera parte de la saga no se menciona como Pazuzu, sino como el "demonio", Satanás etc.

En Exorcista II: El Hereje, Pazuzu encuentra Regan en Washington volviendola a poseér. Regan entre recuerdos de su pasado y viviencias de su horrible actualidad enfrenta a Pazuzu logrando derrotarlo y expulsarlo de su cuerpo. Pazuzu toma forma de una langosta. A partir de esta segunda parte de la saga, el demonio ya aparece mencionado como Pazuzu.

En El Exorcista III, Pazuzu acude en busca del cádaver del padre Karras logrando poseerlo y debatirlo entre la vida y la muerte. Karras luego de un intenso sufrimiento muere de un disparo en la cabeza, que el mismo pidio para no ser poseído nuevamente por Pazuzu.

La siguiente película del exorcista, describe los primeros años del padre Lankester Merrin y su afán por combatir a Pazuzu. Estos hechos son obviamente antes de todas las películas anteriores.